Pesadillas
que me hizo extremecer
era el frío de tus ojos
que helaron mi amanecer,
Tanto odio había en ellos,
que traspasaron mi alma
Dios mío cuanto dolieron
que me han dejado cegada
intenté cambiar de sueño
para poderme calmar
más de nuevo en mi amargura
contigo volví a soñar.
Y así pasaron las horas
horas llenas de amargura
recordando aquellos sueños
que rozaban la locura
Te has ido y con tu partida
en lugar de soledad,
igual que un pájaro herido
encontré la libertad...
por eso volando vivo
cruzando el cielo feliz...
curando tantas heridas
que han dejado cicatriz
Casi eran de ternura,
Carmen Patiño Fernández
Carmiña
A Coruña día 20 de junio de 2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario