Cada día que pasa,
doy gracias a Dios,
porque me protege
y da luz a mi vida.
El tiempo transcurre,
y aunque yo envejezco,
crece la ilusión
que en mi alma había
Atrás se quedaron
los días amargos,
que ya se han borrado
con dulces momentos.
Besando a mis nietas,
si estoy a su lado,
y sueño con ellas,
escribiendo cuentos.
Por eso algún día,
si Dios viene a verme,
deseo rogarle,
que me haga el favor,
De darle a mis nietas,
lo que siempre pido,
llenando sus vidas,
de Paz y de amor...
Carmen Patiño Fernández
(Carmiña)
La Coruña 9 de febrero de 2017
jueves, 9 de febrero de 2017
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